El titulo de este post lo dice ¡todo!. ¿Qué tan dependientes somos, hoy en día de la tecnología?, pues bien el día de hoy, yo les puedo contestar esa pregunta a manera personal. El pasado fin de semana por cuestiones técnicas de mi operador de internet (Megacable) me dejo sin servicio de ningún tipo. Por lo cual entre en una frustración, que jamás me hubiese imaginado, resulta que tengo una manía de estar continuamente en línea y poder consultar continuamente diferentes aplicaciones como email, Twitter, etc. Sin embargo al no tener ningún tipo de señal, solo me quedaba recurrir a la velocidad lenta de mi smartphone de Nextel y la verdad es que jamás será lo mismo la comodidad de un teclado hecho y derecho a la de un celular o tableta.
En este fin de semana experimente ansiedad, desesperación e incluso en algunos momentos hasta mi carácter era algo aberrante, me sentía incomunicado con el mundo exterior, como si me estuviese perdiendo de todo lo que estaba pasando en ese momento, pero no lo fue de igual manera para mi esposa, quien experimento todo lo contrario, se sintió más atendida y feliz por no verme pegado a una computadora, se comportó de una manera diferente, realmente me di cuenta a que grado nos hacemos dependientes de la tecnología o de las redes sociales. ¿Cuánto tiempo destinas tu a Facebook, Twitter, etcétera y cuánto tiempo destinas a tu familia y hacia ti mismo?. Cada vez nos volvemos mas adictos a estar en línea y convivir con gente virtual, la tecnología se volvió parte de nuestra vida diaria, pero no genera un valor para nuestro núcleo familiar y esto es un foco rojo, que nos indica el grado de dependencia y la frustración que nos genera el no tener acceso a estos servicios.
La familia juega un papel fundamental en el desarrollo de una persona, fomenta los valores y el respeto |
Como conclusión solo me queda decir que no permitamos que nuestro trabajo se lleve a casa y que siempre destinemos los tiempos necesarios para cada una de nuestras actividades y siempre teniendo como primera a nuestra familia, que no se nos olvide que ellos necesitan la atención y dedicación, ya que son personas que físicamente están con nosotros y que jamás, pero jamás tendrá el mismo respeto a una persona que tienes frente a ti a una persona virtual y esto es algo que hago demasiada mención en los cursos que doy, no permito que nadie conteste un celular en mi clase a menos que sea de emergencia y aquí se podrán formular la pregunta ¿Cómo sé si es una emergencia o no?, fácil: si te llaman por tercera ocasión, ¡contesta! porque seguramente es una emergencia, en nuestra vida cotidiana tendemos a marcar máximo dos ocasiones, en la primera que no se contesta, se piensa que la persona no lo escucho y es por eso que se realiza una segunda llamada para corroborar que la persona lo escuche y si en está no se contesta tampoco, se da por entendido que está ocupado o bien no tiene a la mano el teléfono y se intentará comunicarse más tarde. Espero y hagamos una reflexión hacia esto y dediquemos ese tiempo a nuestra persona y familia, porque ellos son lo más importante que tenemos en nuestras vidas.
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